Zdzisław Beksiński (1929-2005) es a día de hoy una figura clave del surrealismo polaco más terrorífico o al menos así lo calificó H. R. Giger (1940-2014), autor emblemático del dark visionary art. Este autor polaco, graduado en arquitectura, destacó en el campo de la pintura con una cuantiosa producción de obras, incluyendo también dibujos y esculturas; además también se forjó una carrera en el campo de la fotografía, ampliando el largo recorrido del realismo fantástico. En sus pinturas, descubrimos un aterrador mundo postapocalíptico, desértico, destruido, deshumanizado, repleto de horrores sobrenaturales que trascienden la mera desfiguración imaginativa. Obras que según él variaban entre lo barroco y lo gótico. Su acercamiento a lo grotesco es evidentemente simbólico; en sus trabajos hay un patrón distinguido que no se remite siempre a lo superficial, sino que actúa directamente sobre la naturaleza intrínseca del nodo, permitiendo en estos casos hacer accesible lo invisible a la consciencia. En algunos documentos, el propio Beksiński hablaba de sus miedos o detallaba algunos de los sucesos acontecidos en la infancia y que evidentemente quedaron plasmados en sus pinturas. Beata Sokolowska-Smyl, basándose en los trabajos clásicos de Freud y en las teorías interpretativas de Alice Miller, acercaría la obra de este autor al prisma del psicoanálisis. En su trabajo, esta autora destaca el recurrente tema del camino en la oscuridad, haciendo alusión al impacto de la obra de Böcklin durante su infancia y que el propio autor revelaría en alguna ocasión. En esta obra se destaca la imagen insignificante del hombre que camina por pasadizos de colosal envergadura, repletos de monstruos y figuras mortuorias que encarnan el miedo a los adultos que los niños pueden experimentar (séptimo cuadro de la galería). Y así parece ser, la infancia de Beksiński estuvo marcada por el miedo, los traumas y la falta de individualidad que acompañan la presencia de unos padres excesivamente autoritarios. Era obligado a realizar actividades que de niño odiaba como nadar o tocar el piano y a eso se le debía añadir la prohibición de jugar con los demás niños. El exceso de demandas y la incapacidad de expresar vivamente aquellos miedos, también configuraron en él ciertas defensas obsesivas. En unos de sus cuadros (segundo cuadro de la galería) queda reflejado la aracnofobia que padecía de pequeño, de cómo estas entran en un rostro horrorizado, indefenso, incapaz de expresar o negar las circunstancias a las que estuvo sometido. No obstante, su obra no se queda reducida a unos traumas infantiles, Natalia P. Koptseva y Ksenia V. Reznikova descubren en él la importancia de las formas y los detalles, destacando la capacidad del artista de unificar en un solo cuerpo, lo físico y lo psíquico, la historia de la humanidad y la transformación de la naturaleza. Entre otros temas, destacan la abundancia de las cruces, colocadas sobre planos verticales y cielos grises; en éstas, suelen permanecer huesos o cuerpos corrompidos anunciando la descomposición y muerte de Dios sobre una cruz en forma de T, en alusión a la tav hebrea (ת), que anuncia el fin del mundo. Sin embargo, a pesar de las grotescas imágenes y torturas a las que son sometidas sus figuras, el miedo emerge en muchas ocasiones de los agentes invisibles o causales de toda aquella calamidad. No es de extrañar, por tanto, que las autoras mencionan las teorías de Theodor Adorno y su “No poetry after Auschwitz”, resaltando la naturaleza pesimista, gris y decadente de sus pinturas después de los desastres de la segunda guerra mundial y la crisis existencialista. Su carrera terminaría en 2005, con un asesinato que nos privaría a todos de uno de los grandes maestros de la pintura.

En este caso he decidido crear una pequeña galería con veinte de sus obras. No obstante, recomiendo buscar sus obras en revistas especializadas y en tumblr. Sus obras no tenían título, aunque en muchos casos se conoce la fecha. Esta entrada es una revisión publicada previamente en febrero de 2010.

Bibliografía

Alvarenga, V. M. (2017). A CIDADE DOS MORTOS: O MUNDO IMAGINÁRIO DO ARTISTA POLONÊS ZDZISLAW BEKSINSKI. Art&Sensorium-Revista Interdisciplinar Internacional de Artes Visuais4(2), 031-045.

Koptseva, N. P., & Reznikova, K. V. (2015). Three paintings by Zdzisław Beksiński: making art possible “After Auschwitz”.

Liviski, I. (2017). O surreal polonês aos olhos da arte. Polonicus. Revista de reflexão Brasil , Ano VIII, 1, 129–139.

Sokolowska-Smyl, B. (2014). Zdzislaw Beksinski’s Paintings of the “Fantastic Period” as an Expression of Early Childhood Experience. Creativity. Theories–Research–Applications1(1), 156-167.

2 respuestas a “Zdzisław Beksiński (1929-2005)”

  1. […] pueblo del condado de Bartoszycki. Sobra decir que su arte está claramente influenciado por Zdzisław Beksiński (1929-2005) y que, junto a éste, ambos autores son una parte importante del surrealismo polaco. En cierta […]

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Tendencias